Los libros que hacen volver

 Miguel Herrero Uceda. Autor del libro “Ceborrincho, relatos extremeños

 Recordar el pasado para ganar el futuro

Azorín comentaba que el verdadero artista era el lector, que recrea, según su propio sentir, lo escrito. Este debe ser el espíritu que mueva a todo escritor, hacer que esos personajes y esas situaciones narradas sean vividas por quienes se acerquen a su obra. Al escribir nuestro nuevo libro Ceborrincho, relatos extremeños, hemos creado escenas que han surgido del mundo rural, por ello resultan tan próximas a los que desde pequeño lo hemos vivido. La literatura es una arte, y como cualquier expresión artística, puede conmover los sentimientos. Anteriormente habíamos publicado Extremadura en el corazón y Mi Extremadura, pero ahora hemos querido llegar hasta el fondo del alma, hacer que ese mundo rural cobrara vida y que el propio lector se integrara en la narración

Me comentaba un amigo que al leerlo, había reído, había llorado, pero sobre todo había conectado con su yo de cuando era un muchachino. Esa es la virtud de los libros, que rompen la barrera del espacio y del tiempo. El tiempo es algo que no podemos detener, pero el espacio sí, pues podemos cruzar las distancias.

En la segunda mitad del siglo XX, todo el mundo rural sufrió un cambio tremendo, superior al de todos los siglos de la historia. El más dañino fue la emigración, a veces seducido por el engañoso señuelo de la vida en las grandes ciudades. Mucho dolor y sacrificio en la vida del emigrante para sacar adelante la familia. Las narraciones de Ceborrincho están pensadas para cualquier persona que ame esta tierra. Para los emigrantes, leer cada una de las 18 historias que integran el libro es recordar una parcela de su vida, de sus recuerdos. El tiempo pasa, pero los pueblos siguen existiendo. Libros como este mantienen vivo el vínculo con la tierra, ayudan a recuperar el pasado, y… como le dicen a Rufi en una de estas narraciones: ya vei, la casa de t’agüelu ya sabis ondi está, solu nesecita que breguin un poquinu, la enjaretin y la llenin de vía y de nuevas risas. 

 

 

Ceborrincho,
relatos extremeños


 

 

 

Mi Extremadura,
la Cultura Rural

 

 

 

El alma de
los árboles

 

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